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La industria automotriz es uno de los pilares más importantes para la economía nacional, pues representa el 4% del Producto Interno Bruto del país y el 25% de sus exportaciones, y el capital humano ha sido un factor clave para lograrlo.

Cifras de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) señalan que el sector automotor manufacturero emplea a cerca de 946 mil trabajadores, los cuales pese a la crisis ocasionada por la pandemia de Covid-19 y la posterior escasez de semiconductores han logrado mantener la calidad en la producción.

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De acuerdo con algunos especialistas, uno de los elementos más importantes para mantener este nivel de excelencia es la preparación de los colaboradores, por ello, las armadoras apuestan por implementar programas de entrenamiento donde se realizan importantes inversiones económicas y de tiempo con el fin de impulsar el desarrollo y entrenamiento del personal.

Audi México, por ejemplo, ha implementado programas de formación técnica y profesional, habilidades blandas y requisitos legales durante más de 178,000 horas de entrenamiento.

En este sentido, miembros del área de Recursos Humanos y Organización de Audi México han destacado la relevancia de inspirar y empoderar a sus colaboradores, por lo que han implementado programas de formación técnica y profesional en la planta de San José Chiapa, Puebla, como parte de su estrategia.

Para la automotriz de los cuatro aros, la preparación de los colaboradores para la movilidad del futuro es primordial, principalmente en temas relacionados con la digitalización, tecnología de automatización y del vehículo, calidad, habilidades blandas, entrenamientos técnicos, procesos de producción y requisitos legales.

Al 30 de noviembre, se han impartido más de 1,100 cursos divididos en más de 300 temáticas relacionadas a la movilidad del futuro.

Al respecto, Niels Bosse, vicepresidente de Recursos Humanos y Organización de Audi México, explicó que invertir en el entrenamiento y desarrollo de sus colaboradores no solo es fundamental para ser un empleador atractivo, sino que también genera beneficios a las armadoras, ya que contar con personal capacitado les permite cumplir con las normas que solicita la Secretaria de Trabajo y Prevención Social (STPS) y producir vehículos de calidad para los usuarios.